Ante un Luna Park repleto, se presentó el lunes por primera vez en el país Belle & Sebastian, con un repaso por casi todos los temas de toda su carrera y algunos de su octava y última placa “Write about love”.
Caminar por la avenida Corrientes antenoche y divisar una masa de gente de entre 23 y 35 años, arrojaba claros indicios de que habría, indudablemente, alguna presentación en el Luna. Sin embargo ni los mismos Belle and Sebastian creían que un grupo escocés que pisaba por primera vez tierra argenta tendría tanta convocatoria. Y un público que se sabía en su mayoría, todos los temas. Un público fiel y heterogéneo más allá del tonto rótulo Indie, (vicios de estilo y snobs los hubo siempre, vamos). Un público apasionado.
Alrededor de las 21.50 minutos, irrumpió en escena Stuart Murdoch para arrancar la noche con I didn't see de coming de su nuevo álbum “Write about Love” y luego “I' m A Cuckoo” allanando el camino a un encuentro de pop delicado que de a poco, dejaba atrás la timidez inicial.
“Nunca nos imaginamos tanta gente” dijo Stuart antes de empezar con “I´m not living in the real World” quien junto a los demás integrantes alcanzaba cada vez más una especie de sinergia con su audiencia – más allá de los fallidos intentos de hablar castellano- durante su show de una hora y 45 minutos.
Por momentos el público se quedaba inmóvil aunque el extenso repertorio hizo moverse a más de uno, junto a un Steve Jackson que oficiaba de interlocutor e invitaba a corear en “I´m not living in the real World”, volvía con su armónica en “Piazza, New York catcher” y también en “I Believe in Travellin Light",
Hubo lugar para el entrecruzamiento de varios instrumentos, desde la guitarra, el bajo, el violín, teclados, trompeta y batería. Y también para que Stuart recorriese la popular, sus fans lo maquillaran (e intentaran quedarse con alguna parte de sus extremidades) e invitara a cuatro jóvenes a bailar al escenario, obsequiándole una medalla a cada uno, a modo de coronación: “Yo lo hice con Belle and Sebastian”.
Sin interpretar un solo tema de Tigermilk, aguardado por todos pero si sorprender con “Funny little frog” el show se prolongó hasta casi la medianoche, con un bis de tres canciones que redobló la intensidad del espectáculo, cuando llegaba a su fin.
Así, terminaba la noche y las aceras de la calle Bouchard se llenaban de gente con rumbo a sus hogares y una sonrisa irrevocable de su rostro. Cursi, pero real.
Yanina Fuggetta
Foto: Gentileza, Leo Liberman.