Un año después, a comienzos del 2011, Nauel y Luciano Ugazio junto a Karina Férnandez resolvieron construir su propio lugar llamado “Cine Club Golondrina” para compartir junto a amigos y el público sus films preferidos. Así nacía este cineclub con base en el Palacio Beltrán en Belgrano y en el Club Ciudadela Norte para luego trasladarse a Palermo.
“La idea es ver películas como en nuestra casa, con amigos alrededor, comiendo algo, tomando unas cervezas, pasando un buen rato y luego hablar sobre lo que acabamos de ver. Tratamos de no encerrarnos solamente en las películas por eso promovemos la difusión de cortos y largometrajes independientes, contamos con música en vivo antes de las películas, exposiciones de fotos y artes plásticas”, detalla desde su Ciudadela natal, Nauel, estudiante de cine en el IUNA.
- Por el cineclub circularon films y cortos de Lucrecia Martel, Alex de la Iglesia, Woody Allen y los hermanos Coen entre muchos otros, ¿Cómo realizan la selección?
- La selección se establece según dos elementos, primero, las recomendaciones del publico, y luego simplemente hacer una tormenta de ideas de películas que nos gustaría ver. Elegimos las que más nos gustan y las vamos acomodando. No nos gusta hacer ciclos temáticos, preferimos que cada semana haya una nueva propuesta. Generalmente intentamos programar por mes una película “nueva” que no se haya visto en los cines nacionales y alguna película argentina.
- ¿Por qué decidieron armar un ciclo en Capital? ¿Tienen pensado trasladarlo al Conurbano?
- El ciclo se concentra en Capital casi por una cuestión del azar, al ser itinerante siempre estamos expectantes para movernos hacia nuevos puntos. Tal como te conté antes, realizamos el ciclo en el barrio de Ciudadela, y seguramente haremos algo más por el Oeste.
Además de la exhibición de películas nacionales y extranjeras, de esta iniciativa también se desprende Golondrina Cine, una propuesta que busca la producción de cortos y largometrajes, inclusive ya cuentan con material en postproducción. En el caso de Nauel, no por nada es uno de los ideólogos del cineclub, respira cine y es partícipe de él: “Ya me encuentro preparando mi primer corto de ficción que se llamara Ecuador y algunos videos clips. Trabajo también produciendo o haciendo cámara en cortos de realizadores amigos. Todo esto mientras intento seguir aprendiendo más del cine en el IUNA y con el maestro Raúl Perrone”.
- Por estos días, la reconocida distribuidora de películas, 791 cine, cerró sus puertas luego de siete años. ¿Cómo incide este cierre en la difusión del cine independiente?
- 791 siempre fue un punto de referencia a la hora de conocer nuevas películas y autores, incluso cuando reconocían gran y buena parte del cine nacional (como la edición de lujo de la trilogía Perrone), en el cineclub incluso llegamos a proyectar Plan B, creo, la ultima película editada por 791 y tuvimos a Marco Berger, el realizador, charlando con nosotros.
Obviamente va a haber un vacío a partir de esto, se pierde un foco de consulta, no tanto en el cineclub en sí, pero sí en nosotros como espectadores y consumidores del cine que 791 proponía.
- ¿La autogestión es una alternativa para difundir proyectos nuevos?
- Siempre me pareció que el camino de la autogestión y el hecho de no vivir bajo relación de dependencia es el modo ideal de vivir. En mi caso tenía la disquería Atomic en Morón, que funciono durante 6 años y estuvo buenísimo, hicimos varias cosas ahí como recitales, presentaciones de libros, exposiciones. Ese ciclo simplemente se cerró y eso a la vez significa que algo nuevo se abre.
El cineclub Golondrina está ubicado en Lunfardo Bar, sobre Fray Santa María de Oro 1801 y funciona todos los miércoles a las 21 hs.