Hoy abrimos una nueva sección llamada Check In. Es este espacio presentaremos algunos circuitos no tradicionales o casi desconocidos que a nuestro parecer, es necesario pisar aunque sea una vez en nuestra vida.
La locación puede ubicarse en grandes ciudades, barrios, en el Conurbano o Capital. Lo importante es que se transforme un hábito, una tradición, ya que al fin y al cabo esas prácticas, también hacen a la cultura.
¿Cuáles son sus lugares preferidos para merendar? Nosotros somos algo meticulosos con tal cuestión, por eso desde hace unos meses implementamos reuniones mensuales en cafeterías, cantinas y casas de te. Alma de glotones y de investigadores. Así, buscando y buscando, gracias a Lucía, dimos con una cafetería, museo/ barbería, llamada la “Epoca” en pleno barrio de Caballito, y no muy lejos de la estación de tren. Un nombre no elegido al azar: Este espacio busca recrear el espíritu que primaba en las antiguas barberías porteñas y a los datos nos remitimos:
Desde su nacimiento en 1998 Miguel Angel Barnes, peluquero y creador de la “Época” persiguió la idea de recopilar aquellos objetos relacionados con esta práctica. Las vitrinas que acompañan la cafetería dan cuenta de ello: Peines añejos, jabones, champúes, sombreros, afeitadoras, variedad de tijeras y muchísimos elementos más. Tantos que te olvidás de degustar un clásico café con leche con tostados porque tu vista se desvió a hacia estas piezas históricas que ilustraban una época por sí solos. Inclusive los barberos están aggiornados a una estética del pasado: “Hubo una investigación previa y fueron realizados con telas antiguas, originales”, detalla Miguel.
Curiosos, turistas, abuelos, padres e hijos asisten a este viaje en el tiempo en formato peluquería, para cortar sus mechas, tomarse un café y presenciar algunos shows de tango que ofrece el lugar.
¿Y cómo llega a instalarse una cafetería dentro del local?: “La barbería era el lugar de “estar” de los hombres en aquel entonces. No se reunían en los bares o clubes sino más bien en las barberías donde iban todos los días a afeitarse o cortarse el pelo, máxime los sábados, entonces casi todas las barberías tenían un lugar donde tomar un café y había una fonola que los chicos hacían dar vuelta la manija para que funcionara y haya música”, nos cuenta Miguel, y mientras tanto, nosotros pensamos en volver nuevamente.
Barbería y cafetería “La época”. Guayaquil 877.
http://www.barberialaepoca.com/
Por Underamaweb
DG: Ale Muñoz