CHAU CHAU AMERICAN DREAM

La muestra Bye Bye American Pie se presenta hasta el 4 de junio en las salas del segundo piso del MALBA con más de 110 obras seleccionadas de 7 artistas norteamericanos destacados: Nan Goldin, Jean-Michel Basquiat, Larry Clark, Jenny Holzer, Barbara Kruger, Cady Noland y Paul Mc Carthy. 
Fue curada por el canadiense Philip Larratt-Smith, quien fue el curador de la exposición El retorno de lo reprimido de la artista Louise Bourgeois para Fundación PROA y de la exposición Andy Warhol, Mr. America realizada en el MALBA hace dos años. 

Según Larratt-Smith la exposición actual podría entenderse como una continuación de aquella muestra de Warhol, ya que los artistas de Bye Bye American Pie pueden considerarse ‘herederos’ o ‘hijos’ del reconocido artista pop. No sólo por el uso de similares técnicas artísticas como las serigrafías de Holzer, las imágenes al estilo de avisos publicitarios de Barbara Kruger o también las fotografías y autorretratos de Nan Goldin, sino también por la crítica que presentan acerca del ideal del ‘american way of life’, aunque esta vez desde una visión más pesimista. 

Untitled (Our prices are insane!), 1987 – Barbara Kruger
Estos 7 artistas seleccionados por Larratt-Smith y por primera vez reunidos en una misma muestra, representan y reflejan a través de sus pinturas, fotografías, instalaciones, dibujos y serigrafías, entre otros soportes, la visión crítica de una generación de jóvenes que vivió y sufrió la decadencia y pérdida gradual del ideal norteamericano antes sostenido por una hegemonía económica, política y cultural fortalecida desde los medios de comunicación, y que fue fragmentándose en múltiples subculturas.

Un detalle a destacar es que el nombre que lleva la exposición, “Bye Bye American Pie” hace referencia a un verso que pertenece a la famosa canción American Pie compuesta en 1971 por Don McLeann la que se relata la ‘muerte de la música’ y que habla también acerca de la pérdida de la inocencia de la generación de los años 60.  

Tulsa, 1963-1971 – Larry Clark
Lo primero que  encontramos al comenzar el recorrido son las obras de Barbara Kruger que al estilo de aviso publicitario, impactan por su gran tamaño y la combinación de imágenes en blanco y negro con mensajes en grandes letras rojas cargados de ironía acerca del estilo de vida consumista.

Encontramos mensajes similares en las “redaction paintings” de Jenny Holzer. Grandes carteles luminosos de LED y serigrafías con instrucciones y advertencias sarcásticas para conducirse en una sociedad como la americana. Por ejemplo uno de ellos reza “Having two or three people in love with you is like money in the bank” (“Tener dos o tres personas enamoradas de vos es como tener dinero en el banco”).

En cuanto a la fotografía encontramos a dos artistas que comparten los mismos temas pero desde ópticas distintas. Uno de ellos es Larry Clark, conocido por ser el director de la película Kids, y sus crudas fotografías de la serie Tulsa (1971). En ellas vemos un documentalismo duro de lo que fue su juventud, sus amigos y su vida en aquel momento basada en el consumo de drogas, la violencia, el sexo y la muerte a causa de sobredosis o el sida.

Por su parte Nan Goldin presenta la serie Ballad of Sexual Dependency (1978-1996), donde podemos ver imágenes que retratan su intimidad con su novio, como la agresión que sufría ella misma por parte de él, o también sus amigos  y sus historias personales. En sus fotos está presente el sexo libre y sadomasoquista, el consumo de drogas duras como la heroína, las fiestas y la juventud que parece estar sin rumbo ni esperanza pero siempre desde la visión dramática y sentimental de Goldin.


French Chris at the drive-in, 1979 - Nan Goldin
En pintura y dibujo encontramos las obras del gran Jean-Michel Basquiat. Este artista controversial, con 21 años fue el más joven en ser invitado a la Documenta de Kassel, amigo de Warhol y de otros grandes de la escena artística neoyorquina, falleció a los 27 años en lo mejor de su carrera por una sobredosis de heroína. En sus obras podemos ver la combinación de códigos pertenecientes a la cultura negra urbana con las técnicas del graffiti, ámbito artístico donde comenzó a hacerse famoso, pintando las paredes de New York bajo el seudónimo “SAMO” (Same Old Shit).

Por último nos encontramos con las instalaciones metálicas de Cady Noland que simulan aparatos de tortura donde los ‘torturados’ son elementos de la cultura americana como “estructura de toldo con pollo” y las grandes serigrafías con personajes tristemente célebres como las jóvenes hippies que pertenecían al grupo liderado por Charles Manson.

Untitled, 1987- Jean-Michel Basquiat
El ‘golpe de gracia’ de la exposición lo da la puesta en escena mecanizada de Paul McCarthy denominada “Train” (2003-2009). Sus protagonistas son dos robots de Bush y varios cerdos realizados en una silicona chiclosa rosada y a medio terminar que se mueven y giran sus cabezas haciendo un ruido de máquina entre molesto y perturbador.

McCarthy logra una fuerte burla y una alegoría obscena del gobierno de George W. Bush que se transmite en cuanto el espectador se para frente a la obra.

La sensación al terminar el recorrido es extraña, hay algo dentro nuestro que queda haciendo ruido y no es sólo el sonidito proveniente de la escultura mecánica de McCarthy. ¿Prestamos atención al ruido o hacemos oídos sordos? Esa es la cuestión.

Por Lucía De Francesco