Sus figurines hablan por sí solos. Aquellas situaciones cotidianas que pasan desapercibidas por los ojos de muchos y muchas, ella los registra y re contextualiza de una manera simple, pero llega más allá. Con frases cortas y la contundencia de sus dibujos sin rostro delineados por suaves o cándidos colores, Verónica Blejman expresa su mundo y visión de la realidad: “en este caso lo dibujo y lo digo”.
La inocencia, la ironía condimentada por el humor, y también los cuestionamientos, se intersectan en cada una de las obras de Verónica, artista argentina que se inició en el arte de pequeña cuando descubrió la vasta biblioteca de sus abuelos.
“Allí, justo a la altura de mis manos, había varios ejemplares de la "Pinacoteca de los Genios" (creo que se llaman así). Lo primero que hacía al entrar era ir a ver lo que para mí, eran dibujitos, como los del Bosco, especialmente con tantos personajes...”, cuenta Verónica vía e- mail.
- Da la impresión que en tus figuras combinadas con frases cortas, parecen actuar como disparador en el espectador…
- Sí, de hecho, el espectador está jugando un papel muy importante, y te diría que es lo que más satisfacción me da. Desde que comencé a hacer estas ilustraciones jamás pensé que podría ocurrir esto, no me lo propuse en absoluto. Nunca me pasó que la gente necesite acercarse a mí, decirme lo mucho que se ve identificada con las ilustraciones. Además puedo agregar que yo misma me siento una espectadora más. El que trabaja en cualquier rama del arte bien sabe que es muy difícil salirse de lo que uno hizo y mirarlo de un modo objetivo. Pero estos dibujos, una vez finalizados, es como que cobraran vida propia, como si yo no los hubiera hecho, como si fueran de otro... Eso me divierte enormemente.
Verónica se confiesa además como una autodidacta que descartó los talleres de arte: “Creo que siempre me entusiasmó trabajar con mis manos. Así que sin proponérmelo me las ingeniaba para dibujar con lo que tenía a mano, disfrutaba pintando mapas en la escuela, pintaba frasquitos con esmalte de colores... Algunas de las cosas que recuerdo. Luego entré a la escuela de Bellas Artes y obviamente fue el gran disparador, pues, desde entonces, nunca volví a mirar y observar del mismo modo. Fue un viaje de ida”, señala.
- ¿Qué te influencia para trabajar?
- Todos tenemos influencias, no sólo del mundo de la plástica. Observé (y observo) algunos artistas que me ayudaron a pensar en lo que quería hacer yo como posible artista, o qué medio era el mas adecuado para expresarme. También hoy día me puedo nutrir con la lectura, el cine, la música, cosas que escucho, charlas con amigos, etc. Todo sirve a la hora de inspirarse e influenciarse, la vida misma, la cotidianidad de uno y los otros.
En junio, la artista realizó la muestra “Voy a empezar a dar nombres" donde presentó ilustraciones en distintos formatos, junto a pinturas y trabajos que proponen jugar con el lado más bruto, “más bestial”.
“Elegí ese título primero porque es lo que dice una de mis ilustraciones, en este caso es como si fuera yo misma con un cartel... Algo así como avisando, advirtiendo: ¡Ojo! ¡Voy a empezar a dar nombres! La idea del título es que esta frase sintetiza de un modo metafórico lo que luego se puede ver y leer en mis trabajos. Dar nombres es hablar, decir, hacerse cargo de lo que a uno le pasa o siente, y también en relación a los demás. Por eso me pareció adecuado para mi muestra”.
Para conocer más sobre Verónica Blejman, pueden visitar su sitio:
Yanina Fuggetta