Hace 16 años un visionario, un artista, creo una manera de “inventar” cine.
Muchos lo siguieron ese camino. Otros directamente lo defenestraron.
Les recuerdo algunas de las escenas de las películas que cumplieron con esta nueva modalidad.
Escena número 1: un hijo cuenta en medio del cumpleaños número 60 de su padre como éste lo sometía sexualmente de pequeño. Escena número 2: un grupo de burgueses aburridos de sus rutinas diarias se hacen pasar por retrasados mentales para divertirse. Escena número 3: un yuppy sin pasado y a la deriva se encuentra nuevamente con sus orígenes de la mano de una prostituta. Escena número 4: un turista llega a un territorio expropiado y planea embarazar a todas las lugareñas para poder recuperar su soberanía.
Todos los fragmentos corresponden a los argumentos de alguna de las películas que se han realizado bajo las leyes del manifiesto Dogma 95, firmado y creado por un grupo de directores daneses, entre los que se destaca Lars von Trier .
El mes pasado Lars volvió a ser noticia.
Habló de “entender a Hitler” por todo lo que hizo.
Sus nefastas declaraciones realizadas en el Festival de Cannes 2011 le valieron la expulsión del certamen, aunque su última película “MELANCOLIA” siguió en competencia (Kirsten Dunst fue la mejor actriz para el jurado).
La distribución comercial de este film en el país se ha cancelado.
La anterior película de Lars tampoco llegó a nuestras pantallas. Apenas tuvo un pase en el Festival de Mar del Plata. “ANTICRISTO” (2009), provoca desde el nombre (cuando no Lars!) pero es una historia de amor. Fuerte, desgarradora, sangrienta.
Anticristo habla del amor de una pareja que pierde trágicamente a su hijo de 3 años. Pero principalmente de cómo se proponen recomponer su historia. O al menos uno de los dos intenta hacerlo.
Un terapeuta (Dafoe) y su mujer (Gainsbourg), en cinco capítulos (así está dividido el film) intentan ver qué paso con ellos frente a este dramático suceso.
Se retiran a la montaña. Hablan. Se aman. Se reprochan. Se enojan. Se reconcilian. Se drogan. Se piensan. Se lastiman. Se matan. Se vuelven a amar.
Tres mendigos (el cuervo, el ciervo y el zorro) los acechan, pero el dolor que ellos sienten es mucho más grande.
Quizás en algun momento algún distribuidor o canal de TV la programe. Mientras, a disfrutarla ilegalmente de algún sitio de descargas.
Lars es un provocador, y a nosotros nos encanta que nos provoque.
Por Rolando Gallego