Crónicas


Massacre y Ojas en fiesta Clandestina

“¿Cómo están locatis?, bienvenidos a la Clandestina”, arrancó el siempre picante Walas cuando salió al escenario. En la fiesta Clandestina que se realizó en El Teatro (Lacroze y Alvarez Thomas, Colegiales) el 25 de julio, Massacre -que hace unos meses cumplió 20 años de existencia- desplegó toda la química parafarnálica en combinación con otros momentos únicos y repletos de emotividad. Antes, había tocado la ascendente banda Ojas, quienes con un sonido impecable están comenzando a construir su propio lugar dentro del mainstream local.

Más de 500 personas contemplaron la aparición de Ojas, cuando la banda oruinda de Haedo hizo su aparición en escenario algunos minutos después de la 1. Arrancó con uno de sus temas más movidos “Todo pasa”. Y mientras las voces disparaban las frases que dan cuerpo a la canción, algunos en el público cantaban a coro, mientras que otros se dejaba cautivar por esta banda desconocida para ellos.

El sonido del Teatro, como siempre, fue contundente y colaboró para hacer de esta presentación uno de las mejores shows brindados por Ojas en los últimos tiempos. La banda repasó todos los temas de su último disco “Naranja” y también se hizo un lugar para temas de discos anteriores y para dos covers: “Sube la marea” de Babasónicos, y “Pet cementery” de los Ramones.

Una hora de show le alcanzó a la banda del Oeste para hacer entrar en calor y preparar al público (que a esa altura se había multiplicado) para el plato principal de la noche.

Sin embargo, hubo que armarse de paciencia por un rato más. Un grupo de clowns realizo por más de 30 minutos un show de acrobacias y malabarismos, que algunos festejaron, pero donde la mayoría estaba ansiosa por la finalización de los artistas circenses para ver lo que en realidad habían venido a ver. Ya pasaban algunos minutos de las 3 y Massacre seguía sin hacerse presente en el escenario.

Finalmente los acróbatas y mimos dejaron libre la pista y ya todo estaba preparado para la gran atracción. El clima era inmejorable, el Teatro totalmente lleno, el público preparado para el goce y las barras llenas de gente sedienta de diversión y música.

Y finalmente Massacre apareció, y la Clandestina alcanzó su clímax. Arrancaron tocando uno de los más grandes clásicos de la banda “Diferentes maneras” de su primer disco “Massacre Palestina”. Los músicos se veían alegres y relajados en una de las primeras presentaciones de la banda luego de sus shows en el Luna Park. Walas –como siempre- incisivo y contagiosamente alegre. Bochi y Charli desde el bajo y la batería construían una pared sólida desde la cual el Tordo y Fico disparaban yeites llenos de una energía que necesariamente contagiaba a todo espectador del show.

La presentación fue al mismo tiempo emotiva y energética. No faltó –al igual que en Obras- la justa ovación para Fico, quien luego del trágico accidente que le costó la vida a su novia, y lo dejó en coma por varias semanas, volvió a presentarse una vez más en los escenarios porteños. Desde una silla al lado de Charli Fico agradeció los cánticos. “¿Saben qué? Fico es una trola, igual que todo Massacre” dijo Walas entonces, fiel a su estilo.

La selección de temas tocó la totalidad de los discos de la banda, satisfaciendo así a los viejos y a los nuevos fanáticos. De su último y flamante disco “El Mamut” repasaron cuatro temas: “La reina de Marte”, “La octava maravilla”. “Divorcio”, y el cover de Rod Stewart “Maggie May”.

El show duró una hora y media y alcanzó para dejar más que conforme a todos los miles de presentes en la fiesta Clandestina. Eran las 4 y media, pero hasta las 7 el Teatro iba a seguir siendo un lugar más que ideal para pasar esta fría madrugada de invierno.

Por Gerardo Fasciolo