"DIBUJAR SIEMPRE FUE UN JUEGO"


Difícil hablar o escribir de personas a las que uno conoce o comparte algo en común, personas que admira porque pese a su corta edad, siempre navega entre innumerables proyectos que no abandona nunca, aunque lo atosiguen la más grande y oscura de las mareas. Sin embargo es un muchacho persistente, no olvida su centro o mejor dicho su horizonte, tierra firme a la cual pretende llegar y casi siempre, lo hace.

Ignoto para muchos y conocido para otros tantos, Juan Pablo Díaz, puede resonar en cualquier mente como un nombrecito más. Pero si hablamos de Juan Pez, tal vez la cosa cambie porque recorriendo algunos barrios del conurbano o Capital, como Haedo, San Justo, Palermo o Agronomia, por ejemplo, algunas paredes hablan por si solas. Lo hacen amalgamadas de varios dibujos, algunos con distintas firmas y otras con la marca registrada de Juan Pez: un triangulito negro que dice “acá estoy”.

Con 25 años Juan Pez o Juan Pablo Díaz, se muestra un poco tímido y lacónico para las notas según él mismo explica. Oriundo de su Isidro Casanova natal (partido de La Matanza, para quienes no conocen, actualmente en Villa Crespo), Juan de joven mostró aptitudes para el dibujo y la escritura: “Dibujo desde que era un poroto, hace 7 años que escribo y 3 que pinto en la calle haciendo murales. Siento que a poco estoy creando un pequeño mundo en el cual nadie tiene nariz, pero si cicatrices, y hacer burbujas con baba o hablar con la sombra de una montaña, es habitual. Cada "habitante" marca algo de mi personalidad o mi pasado”, cuenta.

- ¿A qué edad comenzaste con tus dibujos?

- Empecé desde muy chico, dibujaba cuando me quedaba a dormir en la casa de mis abuelos. Había una pila de lápices y hojas, de las que se usan para envolver fiambre. Era la única manera de que me quedara quieto y no molestara a las gallinas!. Además mi abuelo tenía como diversión dibujar a Popeye o curas y rabinos degenerados. Mientras mi abuela cocinaba algún guiso y escuchábamos a Gardel, yo lo veía dibujar y me mataba de risa. También les hacia bigotes u orejas de elfo a los artistas de las revistas con birome.
Hace poco encontré la portada de una de esas revistas y la mande a enmarcar. Yo por mi parte dibujaba tortugas ninja, monstruos o accidentes con gente amputada jaja y garabateaba, me acuerdo que los lápices que tenia a mi disposición eran muy malos y casi nunca tenían punta pero dibujaba igual.
Mi viejo me pedía que dibujara cosas normales. En esa época mi hermano menor Leo, también dibujaba, él hacia retratos y autos, era más aceptable su estilo por así decirlo y de alguna manera dejé de dibujar por un tiempo para dedicarme a jugar con los bichos y ver TV. Después ya mayorcito me puse de novio con una chica que dibujaba y ahí empezó de nuevo todo, dibujar siempre fue un juego.

-¿Sos una persona muy inquieta creativamente? Siempre estás en proyecto o colaborando para el exterior.
- ¡Me gusta!, me divierte crear cosas, me mantiene activo y de buen humor. Siempre que puedo y tengo tiempo me pongo a investigar sobre alguna convocatoria o tan solo me invitan a participar, si me interesa me lo anoto en un papelito como tarea y me pongo a cranear toda la semana. Casi siempre termino enviando las cosas el mismo día del deadline, juego mucho con el rigor. Lo que mas me incentiva es saber que después de un tiempo llegará por correo la revista con mi colaboración.
Actualmente estoy con DIOS, una web/blog donde uno sube su historieta, con una loca temática en común. Actualmente somos 7 personas y cada tanto metemos algún invitado de lujo. (somosdios.com)

- ¿Cómo fue el proceso creativo de Despojo, tu antología poética?
- Un día cualquiera del 2004 arranqué a escribir después de haber leído a Girondo (Oliverio). Antes de él no había leído nada que se le asemeje, su manera de escribir poesía me resultó super genuina e hice el intento, repetidas veces, de ver si podía usar su voz pero no resultó. Por otro lado seguí escribiendo, me llamaba mucho la atención porque sentía que había descubierto algo nuevo, que el surrealismo no solo existía en las obras de arte sino que también en la literatura y después de eso lo veía en todo lo que leía, cito mi poesía Carne:


Carne,
lo de siempre
y un vacío...

Una lista de supermercado, era pura poesía!.

En el 2005 escribía y lo compartía en el fotolog /particula, que en esa época era super under. Se me ocurrió anotar las cosas que soñaba, anote conversaciones y frases, arme como un rompecabezas de todo buscándole un sentido y algún giro. Tuve buenos y malos resultados.

A principios del 2007, Coco (Lapislázuli) me tiró la idea de plasmarlo todo en un libro y me pareció una mala idea, pero su insistencia logró que diera el brazo a torcer y lo que se había convertido hasta ese entonces en un simple hobby, tomó cuerpo en poco tiempo.
Despojo tuvo su presentación formal, fue en el teatro “VeraVera” el 30 de Junio de 2008, el concepto era el despojo en sí, apenas entrabas te daban una planilla para que la completes con tu nombre y edad, abajo de eso tenias un espacio en blanco catalogado como “despojo”, nadie entendía nada.
(www.libro-despojo.blogspot.com)

-¿Estás trabajando en algún nuevo libro?
- Si, hace unos años que estoy con una novela que empezó, sin querer, a partir de un ejercicio llamado “escritura automática”. Y después un libro de poesías que escribo cuando estoy solo en casa, porque trata de eso, la soledad en casa, lo que pasa dentro y fuera, el clima, los vecinos... siempre buscándole su lado mas oscuro a todo para no perder la costumbre. Voy alternándolos.

-¿Cuáles son tus influencias?
- La música, los cómics y los dibujos animados principalmente. A medida que pasan los años voy conociendo artistas que inconscientemente generan algo en mi en el momento en que me siento a dibujar. Los más influyentes: Akira Toriyama, Jamie Hewllet, Havec, Blu, Basquiat, Hayao Miyasaki, Max Cachimba, Baseman, Siri Liniers, Daniel Johnston y Marcel Dzama... pero hay muchos más.

Por Yanina Fuggetta