CUANDO LO GUARDADO SE MUESTRA

La muestra Objetos guardados en el Museo Nacional de Arte Decorativo (MNAD) propone exponer temporalmente algunas de las piezas artísticas pertenecientes al patrimonio del Museo Nacional de Arte Oriental (MNAO). Dicho patrimonio consiste en aproximadamente 3000 piezas de arte y objetos provenientes de Asia y Oceanía, destacándose aquellas de origen chino, japonés, coreano, tibetano e indio. En este caso se pueden apreciar 150 piezas que fueron seleccionadas por ser las más representativas de la colección.

El Museo de Arte Oriental desde que se creó en 1965 espera una sede y edificio propios donde desarrollarse. De forma provisional algunas piezas son expuestas en el primer piso del Museo Nacional de Arte Decorativo y el resto se mantiene guardado en depósitos y embalajes. Por este motivo es muy importante aprovechar la ocasión para conocer aquellos objetos que la mayor parte del tiempo están ocultos esperando ser expuestos al público.

Cuando entramos a la sala lo primero que encontramos es una serie de grabados japoneses del estilo Ukiyo-e, que consiste principalmente en la representación de escenas de cortesanos, monjes, el teatro Kabuki y la vida cotidiana. En la muestra hay originales de los siglos XVII y XVIII de los maestros Utagawa Kunisada e Hiroshige.

De la serie 53 Estaciones de Tokaido – Hiroshige 
En la misma sala se pueden apreciar vasos, jarrones y demás piezas de cerámica y de porcelana provenientes de China, de las dinastías Tang, Song, Ming y Qing. En estas piezas se ven plasmadas escenas tradicionales de la vida en la época imperial china como también pinturas esmaltadas de elementos típicos de la simbología china como son las flores de crisantemos, flores peonías, los duraznos, los árboles de ciruelos, los dragones, el bambú y el ave fénix, entre otros.

Para los chinos principalmente, aunque también para los japoneses, la belleza en el arte debe manifestarse a través de tres características principales: la fuerza, asociada a las diferentes calidades del trazo, el refinamiento, asociado a la elegancia y a la minuciosidad del detalle, y el misterio, asociado a lo inexplicable, lo sugestivo, lo inconmensurable.

Además, se puede apreciar constantemente en sus pinturas, grabados y esculturas, la búsqueda del equilibrio y la armonía. En las relaciones del hombre y la naturaleza (en las escenas de paisajes, provenientes del pensamiento taoísta), del hombre y la sociedad (en las escenas de la vida cotidiana, con raiz en el confucianismo) y del hombre con el universo (en la representación de elementos como el loto, las frutas, los animales, los arboles; provenientes del budismo).

En la sala contigua podemos destacar las armaduras del período Tokugawa (1615-1868) de Japón, la variada colección de contenedores de tabaco chinos, los objetos de bronce, piedra y nácar provenientes de Tibet, los Budas de Tailandia, Birmania y Tibet; y el templete para procesiones shintoistas (del Período Edo), la pagoda, el altar portátil con la figura de Buda amida (del S. XVII) y el gabinete (del período Meiji) todos ellos provenientes de Japón.

Por último, la sala final despliega una serie de tapices realizados en India, kimonos japoneses, vestidos (saris) típicos de la India y trajes de funcionarios mandarines chinos.

Pagoda portatil del Período Meiji, Japón.
Creo que está bueno sumergirse en este mundo extraño y aún poco conocido, lleno de significados lejanos a nuestra cultura occidental; aunque salgamos de allí con más preguntas que respuestas.

Objetos Guardados en el Museo Nacional de Arte Decorativo – hasta el 22/04/12.

Por Lucía De Francesco

Edición fotográfica: Ale Muñoz