Riesgo y juventud
"Es curioso cómo cuando uno no comprende bien algo, lo que hace es mirar fijamente ese algo, como si la contemplación pudiera develar un sentido oculto". Una de las primeras frases que nos regala El Pasado es un Animal Grotesco hace que la empatía con la historia se logre desde el inicio. Y este efecto perdura a lo largo de la obra con otras reflexiones que, si bien se relacionan con las vidas complejas y particulares de los personajes, pueden vincularse con cualquier espectador que se siente en la sala del Teatro Sarmiento.
En esta propuesta del Complejo Teatral de Buenos Aires, suceden 10 años de la vida de cuatro personas en 120 minutos. Algunas escenas nos pueden parecer cotidianas, otras (la mayoría) no tanto. Sin embargo, nos podemos sentir identificados con cualquiera de los personajes principales porque ellos, al igual que muchos de nosotros, ven el tiempo pasar, inevitablemente, transcurrir y girar, haciendo que la vida cambie drásticamente de un momento al otro.
Según el autor, “la obra es también el posible retrato de una generación defectuosa: un hombre debe su nombre a una película política de los años ‘70 y siente que su vida mediocre no está a la altura de lo que se esperaba de él; una mujer roba los ahorros de su padre carnicero para vivir la bohemia artística en París y nada sale como esperaba; la vida de un hombre cambia a partir de que recibe una caja con una mano cortada dentro que no sabe quién le mandó; una mujer se entera de que su padre tiene una familia paralela con otra hija de su misma edad...”
Entre los aspectos más atractivos de la obra, dirigida y escrita por Mariano Pensotti, se encuentra el dispositivo escénico: un escenario circular giratorio dividido en cuatro secciones en las cuales transcurre toda la acción dramática a un ritmo constante. Allí, y mediante el constante cambio de escenografía e utilería, conocemos las historias de Vicky, Mario, Pablo y Laura.
Según la descripción del propio autor, “se trata de un intento de narrar una multitud de historias, a la manera de las “novelas mundo” o los desmesurados relatos del siglo XIX, donde una ficción ambiciosa y desatada es contenida por un marco histórico y temporal preciso. La obra es actuada por sólo cuatro actores. Una “mega ficción” pero narrada con recursos mínimos”.
La puesta pone en juego un gran riesgo en cuanto a la escenografía, no por el dispositivo mecánico, sino porque cada uno de esos compartimentos se modifica constantemente, se transforma en diferentes lugares de la vida de cada personaje a lo largo de los años. Además, cuenta con elementos electrónicos que deben estar armónicamente sincronizados a una velocidad vertiginosa.
Otra particularidad de la historia es que los diálogos entre los personajes rara vez nos muestran el avance de los hechos. Éstos nos van siendo narrados, no por los protagonistas de cada relato, sino por otro de los actores que se pone en la piel y en la mente del que vive la acción. Así, podemos encontrarnos con que los pensamientos de uno de los personajes, son interpretados por otro. Por esta razón, podemos hablar del llamado teatro narrativo, tan interesante y atractivo, llevado a cabo por Pensotti en esta obra.
Más allá de lo llamativo que sea el escenario móvil, el peso de la acción lo cargan los actores. Quienes, además de protagonizar cada una de sus respectivas historias, se ponen en la piel de los múltiples personajes en las historias contiguas. Pilar Gamboa, Javier Lorenzo, Juan Minujín y Julieta Vallina, realizan un excelente trabajo y hacen avanzar la historia fluidamente y con gracia. Los cuatro actores conforman un equipo homogéneo y totalmente enlazado, características vitales para esta obra, que, seguramente, fueron resultado del trabajo conjunto con el director.
Todos estos elementos hacen de El pasado… una obra joven. Porque arriesga, porque desconoce límites, porque es desfachatada, armónica y caótica al mismo tiempo.
El Pasado es un Animal Grotesco
Jueves a domingos a las 21hs.-
Platea: $45.- Jueves, día popular: $25.-
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Más información: www.teatrosanmartin.com.ar/htm/obras/animal0.html
Fotos: Prensa Teatro San Martín