Kate Nash en Argentina

Hace sólo una semana disfrutábamos del show de Kate Nash en Argentina. La cantautora británica rompió todos los moldes que habían sido establecidos para el concierto en el teatro. Quienes asistieron esperando escuchar un concierto con piano y algo de simpatía, al estilo Regina Spektor, mínimamente habrán salido sorprendidos.

La balada punk I just love you more no fue elegida al azar. El hecho de haber comenzado con ese tema, en el que los acordes de las guitarras van in crescendo y la joven británica termina a los gritos, tendría que haber servido de advertencia para el auditorio. Luego de terminar con el enérgico tema, Nash instó al público a que se corriera de sus asientos (ya los había hecho parar) y se acercara lo más posible al escenario. Expresó que era su primera vez en Argentina, que estaba muy emocionada y que, por ello, quería tener a todos cerca armando un verdadero revuelo. Aquellos que habían ido a ver a una artista cuyos temas y estilo disfrutan enseguida se pararon y obedecieron a cantautora. Muchos de los que habían ido a ver qué onda, quedaron desconcertados, sin saber qué hacer o a para dónde ir.

Pasado el desconcierto inicial, el show fue una verdadera fiesta: no faltó ninguno de los hits celebrados por el público, como Foundations, Kiss that grrrl y Mouthwash. Y tampoco faltaron esos temas que llevaron el concierto a momentos de desborde, como I've got a secret, un protesta hecha canción contra la homofobia y los prejuicios.

Además de su música, Kate Nash deslumbró por su calidez y carisma. Agradeció repetidamente a sus fans por obsequiarle regalos materiales (un video con una animación, un cerdito de peluche) y abstractos (piropos, corear las canciones); se mostró emocionada, incómoda, desorientada, concentrada y desconcentrada. Este combo hizo que el público se llevara el recuerdo de un show inesperado y excelente, con la esperanza de que Nash y su banda vuelvan pronto, tal como lo prometió sobre el escenario del revolucionado Teatro Coliseo.





Por Celeste Lera