¡Paren las rotativas! Esta semana los iba a deleitar con una película nacional que bien valía ocupar este lugar, pero lo cierto es que por una de esas casualidades de la vida (más causalidad que casualidad) terminé en La Semana del Cine Chino que se lleva a cabo en el cine Gaumont hasta el día 14 de éste mes y la película que tuve el enorme placer de ver se ganó por afano su lugarcito acá.
Se trata de 唐山大地震 (“Tangshan dadizhen”), para los del Norte “After Shock” y para nosotros “Gran Terremoto Tangshan”. No los voy a sorprender si les adelanto que la película gira entorno al terremoto ocurrido en la ciudad de Tangshan (China) en el año 1976, catalogado como el desastre natural más atroz del mundo entero. Pero la grata sorpresa es que el film no se queda en una simple reconstrucción de la catástrofe ni cae en los lugares comunes de sus consecuencias, al mejor estilo Hollywoodense.
El caballito de batalla de éste film es su guión, obra de su ya reconocido director, que no deja cabos sueltos y construye minuciosamente a sus personajes. Es imposible no sentir empatía por cada uno de ellos, y créanme que no estoy exagerando cuando digo cada uno.
Lo que vemos en “Gran Terremoto Tangshan” es la historia particular de una familia dividida como consecuencia del sismo. El punto de partida esta dado por la más cruel y drástica decisión que una madre debe tomar al decidir a cual de sus dos hijos debe salvar de los escombros. Esta situación está tan bien planteada y justificada que vuelve completamente verosímil la situación (¡Y que conste que me estoy aguantando para no contárselas en detalle! Vale la pena que la disfruten sin info previa).
La película es drama por donde se la mire, son un poco más de dos horas (que no se padecen) de angustia para unos y llanto para otros. Y no se trata de cualquier drama, éste viene cargado con todos los condimentos de una cultura tan distinta y fascinante al mismo tiempo. Es de esas pelis que se van con vos de la sala y que se comentan hasta mucho tiempo después de haberla visto.
Quizás les pase durante los primeros quince minutos del film -al ver las escenas que desatan la tragedia- que teman que las imágenes que se sucederán sean al mejor estilo “2012” de Roland Emmerich ( una de las peores películas de los últimos tiempos), pero afortunadamente pese a encontrarnos frente a una superproducción millonaria las escenas con los súper efectos especiales no se extienden más allá de lo pocos minutos que se utilizan para graficar el terremoto.
Vale aclarar que así como yo celebro que el sismo sólo sea un punto de partida, en China el film resultó muy criticado por ciertos sectores que lo acusaban de no reflejar con precisión histórica las consecuencias de la catástrofe. Además, no es un detalle menor que la mitad del presupuesto de la película provenga del gobierno de la ciudad de Tangshan. Quizás por ese lado se explique porque de ciertas cosas no se hablan.
Pero olvidándonos por un rato de que el cine como medio de comunicación puede tanto informar como desinformar nos vamos a limitar a apreciar la película como obra artística, como simples espectadores que se sientan en sus butacas sin ningún tipo de información adicional. Y nos permitimos esta licencia básicamente porque como ya les adelante el film no pretende ser más de lo que es.
Vayan a verla y saquen sus propias conclusiones. Mañana lunes 12 a las 22 hs tienen la última oportunidad en el cine Gaumont por la módica suma de diez pesitos (y para los que se quieran privar del tan placentero ritual de ir al cine se la puede encontrar online). Se las recomiendo, por las razones que les adelante pero sobre todo por las razones que no les pude contar. Puede que les guste o puede que no, pero les aseguro que desapercibida no va a pasar.