Las realidades alternativas son una idea tan atrayente como aterradora. La ficción se ha encargado muchas veces, con diferentes resultados, de su abordaje y por eso parece pertenecer al terreno de la ciencia ficción, pero en realidad es parte de la ciencia, así a secas. Esto es lo que viven en carne propia los personajes de 4D Óptico, la comedia del dramaturgo y director Javier Daulte que termina mañana, a sala llena, en el Teatro Nacional Cervantes.
En esta obra, que posee una compleja e inteligente estructura dramática, Daulte se aleja una vez más de los paisajes que más abundan en el teatro (sobre todo el nacional), para meterse de lleno en un laboratorio ficticio instalado en nuestro país. Allí, un grupo de abnegados investigadores, que casi no paran para comer o dormir, se encuentan trabajando en un misterioso proyecto expuesto a todo tipo de accidentes, aunque algunos de ellos posean un elevadísimo sentido de la responsabilidad. El incidente ocurre y se produce una fisura en el espacio-tiempo, desatando en los personajes la multiplicidad lógica de pasiones que despierta este concepto, hasta que descubren ser los encargados de que ambas realidades no se replieguen sobre sí mismas y colapse el universo entero.
El autor expone, en los diálogos de la obra, teorías existentes de la física cuántica y otras disciplinas, por ejemplo aquella que trata sobre la posibilidad de la hipersimetría entre realidades alternas. Sin embargo, la dificultad de los conceptos que manejan estos personajes no hace que suenen artificiales, ni le quita el tono de comedia a la pieza. El talento de los intérpretes (Elisa Carricajo, Gerardo Chendo, Héctor Díaz, Gaby Ferrero, Rafael Ferro, Andrea Garrote, Laura Paredes y Julieta Vallina), sumado a la dirección actoral del propio Daulte, están a la altura de las circunstancias.
Pero la obra no sólo trata de métodos científicos y realidades alternativas. “La ciencia no es tan difícil, lo díficil es mantener ideas viejas cuando el mundo cambió”, sentencia Mónica D’Almessi, interpretada por Garrote en una nueva muestra de su exquisito trabajo interpretativo. D’Almessi es una matemática y física, enviada por una empresa que banca los proyectos científicos útiles a sus intereses. Esta mujer demuestra haber ganado en glamour lo que ha perdido en rigor científico. Eso no impide que Max (Ferro) se encuentre totalmente enamorado de ella. Porque estos eruditos también son personas. Y entre todos existen relaciones complejas, que van evolucionando, al igual que ellos, al transcurrir las acciones de sus otros yo en la realidad alternativa.
La temporada de 4D Óptico finaliza mañana, con entradas agotadas, en el Teatro Cervantes. Sincerémonos: llegamos medio tarde, pero estaremos más atentos la próxima vez. Mientras tanto, los fanáticos del teatro podemos deleitarnos con su lectura y relectura, ya que la obra ha sido editada en la colección Dramaturgos Argentinos Contemporáneos de Ediciones Corregidor. Aún así, no perdemos la esperanza de que alguna próxima reposición o participación en algún festival nos regale una nueva función de esta maravilla del teatro contemporáneo nacional.
Por Celeste Lera
4D Óptico
Escrita y dirigida por Javier Daulte
Teatro Nacional Cervantes - Sala Orestes Caviglia
Última función 25/03/2012