Crónicas


ADAM GREEN – LA TRASTIENDA
29/09/08
A pesar de que para el Pepsi Music, Adam Green seria algo así como un espectáculo internacional menor (quizás mejor que para ellos así sea…) la noticia de la visita del ex Moldy Peaches fue recibida con bombos y platillos en el mundo indie(¿) de Buenos Aires. Pues la llegada de este héroe de culto de la música independiente norteamericana se hacia esperar desde hace rato, y mas cuando, gracias a la película Juno, la canción Anyone Else But You de su anterior banda despego en los charts norteamericanos y recorrió el mundo en la OST de la mencionada película. Aun así sus fans argentinos bien conocen su ya larga trayectoria como solista y no quiso desaprovechar ninguno de sus show en estas tierras, el festivalero (al que este redactor no pudo ir) y el “sorpresivo”, diurno y justiciero recital en la trastienda club (al que este redactor si pudo ir) organizado por un programa radial
El show arranco a las 16,27hs, mucho mas tarde de lo estipulado pero apenas la banda empezó a tocar los primeros acordes de “Carolina” ese detalle fue inmediatamente olvidado. El carisma de Adam sobre el escenario es realmente contagioso, todo un crooner despiadado, psicodélico, una voz impecable y un look con remera de flecos en sus mangas (la misma que lucio un día antes en el festival gaseoso) que bien podría haber sido de Ozzy Osbourne en la época de Black Sabbath, el cantante se paseaba rápidamente en el escenario de un lado para el otro mirando fijamente al publico, observando lo que quizás también es un espectáculo para el, la reacción de la gente ante sus gestos, sus bailes sus contorsiones, sus tragos de whiskey que camuflo en un vasito de plástico y obviamente, sus notables canciones.
Los temas pasaban uno tras otro con muy pocas interrupciones, la banda sonaba sólida, y con una potencia realmente sorprendente, desatando el primer pogo de la tarde en el local de San Telmo lo que repetiría a lo largo del gig.

En un momento donde la batería sufrió un problema técnico, el neoyorkino aprovecho para tocar un par de temas solo con la guitarra, afinándola con la ayuda del público los deleito con “Bluebirds” en una esplendida e intima versión.
Al volver la banda, el show retomo a su potencia anterior, además se divirtió haciendo mosh, (momento donde la gente se le abalanzo pero con mucho respeto) repartiendo “te quieros” a los de la primera fila, haciendo caras graciosas a las numerosas cámaras digitales que lo apuntaban (basta de tanta camarita en los shows) y dedicatorias, entre ellas a Dieguez, mentor del Anti Folk local.
Tras un par de bises, el set llego a su fin, con un Adam Green agotado de tanto baile y agite al igual que las 200 personas (o quizás un poco menos) que estaban debajo, donde luego se puso en claro unanimanente, que fue uno de los mejores shows del año.
Por Nahuel Ugazio.